Afortunadamente y poco a poco, los psicólogos nos vamos quitando las etiquetas que tantas veces nos ponen. En los tiempos que vivimos es sabido que no hace falta "sentirse loco" para acudir a la consulta de un terapeuta; Basta con que alguna situación se te antoje grande, que la vida te exponga a vivencias difíciles, que quieras engrandecer tus perspectivas y formas de hacer, que estés interesado en mirarte un poco más, que desees mejorar tu situación vital, personal, familiar, social... o simplemente que quieras seguir aprendiendo...
Los psicólogos no somos especiales, pero si especialistas; no tenemos recetas mágicas, pero si instrumentos que nos ayudan; no sabemos de soluciones universales, pero si de cómo mejorar las situaciones personales conflictivas.
La psicología como ciencia, nos acerca al ser humano, a su pensar, a su sentir, a su hacer, a la vida; ¿existe acaso disciplina que requiera de mayor compromiso que aquella que sirve al bienestar del ser humano?
La mayoría de las personas pasamos por situaciones innecesarias en la vida, en muchas ocasiones porque no hemos sabido manejar nuestras emociones y otras muchas porque nos encadenamos a vivencias que no sabemos desterrar.
Pues bien, es hora de ponerse en marcha pues nunca una noche ha vencido al amanecer y nunca un problema ha vencido a la esperanza...
Ana Isabel Saz Marín